se cayó de un nido del techo un pajarito bebé, está en el piso, me acerqué y le silbé varias veces, algo así como “levantate”, algo así como “estás bien?”, algo así como “vos podés”. no sé por qué le silbé. lo dí vuelta y empezó a piar. fui a buscar una servilleta, lo levanté y pió dos veces más. se me murió en la mano. se le cayó la cabeza. me quedé al lado suyo, en silencio, por la parte de piel que no tenía plumas le corría una pulga, y otra pulga pero más blanca. y en el aire, en mi patio, vuela una pluma blanca, que se va, otra cosa que se va
En un bar de ruta 9 donde paran los motoqueros del oeste, una vez el gordo puto y el pelado se quisieron besar, pero solo para probar. sus amigos les decían que no “después te vas a terminar arrepintiendo, amigo” y se fundamentaban con metáforas de grados de nafta y aceites de motor. pero ellos querían probar. primero se acercaron, se olieron las barbas. la del gordo puto estaba limpia pero la del pelado tenía restos de comida. la barba del pelado se enganchó en una tacha de la campera de cuero del gordo, y quedó atascado. todos se les empezaron a cagar de risa, los aplaudíeron y les cantaron cosas, el pelado estaba bastante borracho y se puso furioso. tiró una botella al techo, tomó un vidrio y se lo clavó en la pierna al gordo puto. el gordo puto se levantó como una bestia peluda de 200 kilos y se avalanzó sobre él, lo tiró al piso y le pegó dos trompadas. el pelado le partió una botella en la cabeza. quisimos separarlos, pero no pudimos. el gordo puto lo levantó del piso y le...
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