un taxista cayó perdidamente enamorado de su perrito de plástico del taxi, ese que mueve la cabeza, y mueve la cabeza y mueve la cabeza y ese taxista lo amaba con locura, lo veía en todos lados, en la calle, en el subte, cuando dejaba de trabajar espiaba el auto por la ventana pensaba en él y es extraño porque una vez el taxista se dio cuenta de que ese perrito movió la cabeza diferente y le dijo “yo también”
En un bar de ruta 9 donde paran los motoqueros del oeste, una vez el gordo puto y el pelado se quisieron besar, pero solo para probar. sus amigos les decían que no “después te vas a terminar arrepintiendo, amigo” y se fundamentaban con metáforas de grados de nafta y aceites de motor. pero ellos querían probar. primero se acercaron, se olieron las barbas. la del gordo puto estaba limpia pero la del pelado tenía restos de comida. la barba del pelado se enganchó en una tacha de la campera de cuero del gordo, y quedó atascado. todos se les empezaron a cagar de risa, los aplaudíeron y les cantaron cosas, el pelado estaba bastante borracho y se puso furioso. tiró una botella al techo, tomó un vidrio y se lo clavó en la pierna al gordo puto. el gordo puto se levantó como una bestia peluda de 200 kilos y se avalanzó sobre él, lo tiró al piso y le pegó dos trompadas. el pelado le partió una botella en la cabeza. quisimos separarlos, pero no pudimos. el gordo puto lo levantó del piso y le...
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