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ENCONTRONAZOS VII


-Che
-qué?
-me parece que se te están cayendo las tetas
-por qué no te vas a la concha de tu madre?







memé estaba en la clase de literatura. la profe estaba re buena. pero memé se estaba meando. fue y le dijo “profe puedo ir al baño?” y la profe, a 5 centímetros de distancia de la boca de memé, le pregunta, “a hacer qué gonzalez?” memé se prendió fuego, no le respondió nada y volvió educadamente a su asiento.







-te quedaste colgado. qué pensás?
-pienso que está mal que pongan publicidades de lencería con chicas, trae accidentes de tránsito.







hoy es viernes y el 90% de la población descendió su eficacia en el engeranaje de la máquina capitalista. gustavo piensa “quiero hacerme mina”, florencia piensa “me muero por tantearle el bulto a ese tipo que va caminando hacia mí”, sofi piensa “tengo ganas de comerme un helado”, maxi quiere hacerse la paja pero está con la maestra particular, armando puentes quiere ver una peli con su nuevo chongo y se pregunta qué habrá de nuevo en el BAFICI.







yoel garcía. 23 años. después de haber estado viajando por el mundo, después de haber visto en vivo a mc cartney, a sonic youth, a belle and sebastian, después de haber dejado de fumar, después de vender su filmadora, su futón dos plazas, su notebook y su alma, se puso a trabajar en una casa de zapatos. un día llegó la hija de la dueña y se cachondearon. primero se miraron, después se rieron, charlaron un rato. en el baño de la zapatería la hija de la dueña le entregó el culo. yoel garcía no tiene un peso y es un maestro.





cuando teníamos 16 años, todos queríamos que rita y sergio cogieran. habían estado de novios en séptimo grado. sergio era un copado y era virgen. rita había debutado con un tipo de procedencia dudosa. era el cumple de sole y estabamos unos cuantos amontonados ahi, fumando nuestros primeros cigarrillos y diciendo guasadas. sole tenía un cuarto sólo en el que tiró un colchón. un cuarto todo alfombrado en el que tiró un colchón. los dejamos solos. pero los espiamos. primero fue mati sigilosamente a ver qué onda. después fue sole. y en efecto, estaban cogiendo. el colchón sobre la alfombra, los cuerpos desnudos sobre el colchón, y en el medio, entre cuerpo y cuerpo, un nido de pelos negros, que no sabíamos si era la concha de rita o las bolas de sergio.







“mi amor, espero que papa noel nos regale en esta navidad una florida, colorida, amorosa, dura, resbaladiza y picante cinturonga” mensaje enviado desde un Nokia de pato para silvia.







hugo martinez. 10 años. estaba muy inquieto. tenía muchas ganas de salir a la calle. se iba a ir al quiosco a comprar chicle jirafa. por eso entró a la habitación de los padres por un par de monedas. se fijó en la mesa de luz. no había nada. sólo un arma y un par de preservativos “esto no me impresiona porque soy adulto” entonces abrió el armario, y buscó en los bolsillos de los cardigans de mamá y papá. no había un peso. pero encontró una caja, y la abrió. había un consolador brilloso y verde de 9 pulgadas. “esto sí me impresiona” en casa todos se preguntaron por qué hugo no quería bajar a cenar.





mariela amenabar. trabaja en una consultora. es medianamente puta y a veces siente que es infeliz. tiene una boca preciosa. cejas finitas. cara de inteligente. no tenía una verga para hacer, por eso esa noche se bañó, se vistió con una remera ajustada, un pantalón elegante y unos tacos de 5 centímetros, sacó a pasear a su perro con el pelo mojado y deambuló vagamente por las calles de su barrio, moviendo la cola como un gato a cada paso, para que los todos los transeúntes se ratoneen con esta bella imagen.







carina y tomasa eran amigas. tomasa y pocha eran hermanas. un sábado a la noche invitaron a casa de poncha tres chicos. uno era lala que estaba saliendo con tomasa, julio y estevan eran amigos de lala. se tomaron unas birras bien frescas. se fumaron unos puchos. tomasa agarró a lala de la mano y se lo llevó para la cocina, fueron a buscar más birra y quedaron ahi tranzando contra la heladera. había un cuartito, subiendo la escalera que estaba vacío, entonces carina se llevó a julio. julio era flaquito, medio petaca y con una remera de the who. pocha se quedó en la mesa con estevan, y estevan le empezó a hablar del skate, de los rollers, y de mil cosas que no le interesaban. y pensó “a mi siempre me toca lo peor!!”







en el cuartito de la escalera que estaba vacío, entraron julio y carina. había un sillón de madera en el que julio se sentó, carina estaba mirando cuarto desconocido. julio le dijo “veni para acá”. se sentaron juntos. julio le dió a carina un beso en la boca. un beso húmedo con su lengua gorda. después le empezó a besar el cuello, le mordió la oreja, y -con esta te morís- puso su mano a la altura de la panza de cari, la pasó por debajo de la remera, la mano fue subiendo, subiendo, hasta que salió por el cuello de la remera y le acarició la cara. “osado”








paula. Estudia teatro. Trabaja en un bar de día. A veces vienen a almorzar unas tortitas. Una tiene pelo largo, anteojos vintage y pollerita. La otra tiene pelo corto, camisa y jean. A paula le caen muy bien. Siempre las atiende. Mira a la chica-chico, le mira las manos y la camisa. paula piensa “creo que me excita”

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