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ENCONTRONAZOS XIX


En la cama después de coger Sole se prende un pucho. Juanma le acaricia una teta y dice: “yo dejé. pero sabés lo que extraño de fumar? ese momento único en el que te vas solo a un lugar donde podés fumar y estás vos con tus reflexiones, y en tu pensamiento, y mientras fumás planificas lo que vas a hacer y lo que vas a decir, así después cuando volvés, todo es más claro.”
Sole le besó el pechito porque le quedaba cerca, se acomodó el pelo y le preguntó. “yo te gusto?”
Juanma respondió “me convidás un cigarrillo?”





Oscar estuvo haciendo trabajos de hombre en la casa, con una regla, un lápiz, y una agujereadora. Cuando llegó su mujer le dijo “tengo una sorpresa” le vendó los ojos y la llevó al cuarto.
-Oscar, sos un idiota, aujereaste la pared!
-Pero mi amor, no es un aujero común; es un glory hole!








Natacha es muy simpática, tiene ojos enormes, pelo largo, lindo cuerpo y le gusta mucho bajar braguetas con la boca. HMMMM






Cuando Vane se mudó sola, no sabía que al lado de su casa había un conventillo de travestis. Se dio cuenta al poco tiempo. Igual eran muy respetuosos, y de alguna manera Vane se sentía protegida. Un día encontró un forro en la puerta de su casa, entonces lo señaló a una de sus vecinas;
-acá hay un preservativo.
-ay, perdoname, mi amor! no sé quién lo dejó.
El travesti sacó una carilina, levantó el forro y lo llevó para adentro. Son muy educados.









Reina y Fito estaban en la casa de los viejos de Fito. Era uno de los primeros asados familiares desde que Reina y Fito estaban juntos. Los papás de Fito eran simpáticos y las hermanas también se comportaban muy hospitalarias. Después de comer kilos y kilos de asado, achuras y alguna que otra ensalada mixta, y de tomarse unos cuantos vinos, se pusieron a jugar al truco en familia. Reina quiso ayudar; levantó los platos, fue a llevarlos a la cocina y accidentalmente abrió la puerta del lavadero, donde descubrió a sus suegros practicando sexo oral.






Domingo. ordenaba su cuarto. Sus tres gatitos correteaban por la casa. Encontró una fotografía de su ex, y el ticket de havanna donde se habían tomado un café. encontró el plastiquito metálico que vuela para cualquier lado cuando abris un paquete de forros. Resopló como un caballo y metió todo en el tacho de basura. pero sus dos gatos que jugaban arriba de la mesita de luz se engancharon con los cables y tiraron la lampara a la mierda. lampara que le regaló su ex cuando se mudó. “no me importa”. juntó algunos pedazos de lámpara, ordenó su cuarto y escuchó november rain, comiendose un sanguchito mientras se le caían las lágrimas.







Flor invitó a Raquel a tomar unos mates, una tarde de feriado. Charlaron como dos loritos. Se recomendaron discos y libros, Flor le propuso a Raquel que vaya a “El Arte de Vivir” a hacer un curso de respiraciones, Raquel le propuso a Flor que se haga urgentemente una huerta en la terraza para aprovechar todo el sol y tener albahaca siempre, Raquel le enseñó a Flor a sacar turno por internet para trámites del Gobierno, y Flor le propuso: “y si hacemos un trío con mi novio?”





Irma y Julio se reencontraron después de largo tiempo. Era para la fecha de las fiestas, y habían caido muchos findes largos y puros feriados. De navidad a año nuevo hubo como unos quince días que nadie pudo recuperarse de borracheras ni resaca de drogas, y esa noche salieron a caminar por la calle y se pusieron en pedo. Irma se puso pesada porque Julio estaba tomando merca hace unas semanas y ella decía todo el tiempo que era su culpa. Discutieron a los gritos y Julio le pegó una piña a un tacho de basura que resonó en toda la cuadra e hizo que un policía se acercara. Ellos automáticamente se calmaron y se fueron a la casa de Irma. En lo de Irma estaban todos sus primos que se habían quedado a dormir. No había lugar, estaban todos tirados en el living y las habitaciones ocupadas. Tiraron un colchón más en el living y se acostaron. Hacia la izquierda estaba la abuela de Irma, y hacia la derecha su prima de 10 años. Irma y Julio cogieron igual. Cuando la prima de Irma se movía, frenaban, esperaban un ratito y volvían a empezar.







Elisa y Marina se conocían de la UBA y habían ido juntas a un encuentro de antropologos en Tucumán. Estuvieron 15 días parando en el centro. Un día antes de volver, a Elisa se le ocurrió viajar a un pueblo cercano donde tenía unos tíos, entonces preguntaron en un kiosco dónde quedaba la estación. El tipo del kiosco les dijo: “ahi a dos cuadras está la estación, pero te sale más barato viajar en el remís de allá”. Fueron a preguntar, y hablaron con un gordo que tenía un almacén. Les salía más barato, pero en el auto iban a ir atrás tres hombres y ellas dos sentadas en el asiento de adelante. A ellas les pareció bastante raro, pero dijeron “bueno vamos a buscar las cosas a la estación”. Cuando llegaron a la estación sacaron los pasajes, y el gordo las fue a buscar. “chicas, van a venir? las estamos esperando”. El boletero vió todo, y les pidió que no vayan, que se queden en la estación, porque todas las mujeres que se iban con ese gordo no volvían nunca más.



  




Germán trabajaba en un callcenter en Parque Patricios. Tenía una compañera que le caía muy bien, Agustina. Además le gustaba bastante. Se ponía nervioso cuando tenía que hablarle. Un día Agustina no fue a laburar. Al segundo día tampoco. Germán se enteró de que la había chupado una red de trata. Los familiares y unas organizaciones hicieron tanto quilombo que la soltaron al tercer día. Apareció totalmente drogada, no se acordaba de nada, y le habían teñido el pelo de otro color.







Era domingo y Paloma se iba a tomar el subte E para ir a la casa de su abuela. Eran las 8 de la mañana y ella tenía 13 años. Se le acercó un tipo, que la acorraló detrás de la escalera con un cuchillo en la mano y le dijo “chupamela”. Paloma no quería, le dijo que no que “nos van a ver”. Entonces él le bajó la cabeza y se hizo a una paja a poca distancia de su cara. Le acabó en el pelo. Cuando llegó a la casa de su abuela, le contó todo. Estuvo largo rato bañandose y no alcanza. Hijo de puta.
  



  


esa vez que te habían choreado, y nos habíamos puteado tanto por teléfono, que yo te dije que vos siempre decías que todo era para siempre, tengo el recuerdo de habernos reencontrado en la vereda de tu casa y del sabor salado de nuestro llanto.
 


  




“mi amor, yo sé que ayer me quedé dormido, ronqué y encima te cagaste de frío porque te destapé. hoy te la chupo” mensaje enviado desde un nokia a las 21.02 de pato para flor.

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