ENCONTRONAZOS XVIII

Te espío desde lejos. Vos estás en la calle repartiendo volantes y escuchando música. Yo haciendo tiempo en un bar, recién salí de trabajar y me pregunto si esta birra que me estoy tomando será tan rica como tu saliva.

-puedo ir a una quinta con treinta amigos a pasar el finde?

-claro que no.

-vieja chupapija, ORTIVA!!! ojalá que te mueras (portazo)

la madre se prendió un cigarrillo y pensó “tal vez dios me está castigando por haber sido igual de hija de puta a su edad.”

roberto la tenía muy grande. eso le habían comentado a gladys las chicas de la limpieza del hospital. gladys algo sospechaba, cuando le miraba los zapatos, la nariz y cierto gesto en el rostro. una noche coincidieron en un turno y tuvieron una conversación en el pasillo. roberto tenía cara de pajero. tres horas después, el la hizo llamar. gladys entró, el le dijo “tengo algo para vos” se abrió la bata y le mostró la pija. era muy grande.

sergio denis siempre fue un mujeriego. Cada joven o mujer de la que se siente atraido experimenta el mismo procedimiento que sergio repite sistemáticamente. Te invita a salir, el primer día a cenar, el segundo al cine; otro día a los lagos de palermo a pasear en bote. Luego una partida de paddle, y por fin, al quinto encuentro, hace brillar sus dientes blancos con una natural sonrisa y canta: “hoy querida mía, hagamos el amor con alegría”.

Cata y Homero se gustaban hace un año. Se conocieron cuando cada uno estaba de novio. Como sabían tal situación, no se veían seguido. Pero esa noche se encontraron, en la fiesta del casamiento de Erica. La novia de Homero tenía unas tetas más grandes que las de Cata. El novio de Cata era un boludo a los ojos de Homero. Sin embargo fingieron que se caían bien entre todos. Charlaron un rato, comieron y bebieron de todo. En el medio del carnaval carioca, ya estaban todos en pedo, algunos bailando y otros gritando desde las mesas. Cata besó a su novio, Homero besó a la suya, y nunca dejaron de mirarse.

Hacía dos años que Ernesto y Pepa estaban de novios. Ernesto se acababa de recibir de cocinero y le ofrecieron un trabajo en Amsterdam. Pepa estaba haciendo cosas en Buenos Aires y no se podía ir, no tenía plata y no estaba en sus planes. El día antes de subirse al avión, pasaron todo el día juntos en la casa de Pepa. vieron fotos, leyeron, se miraron en silencio, se besaron, comieron, cogieron, lloraron un poco, se pelearon por boludeces, y durmieron juntos. Al otro día Ernesto no estaba. Pepa abrió su cuaderno, y Ernesto le había dejado un regalo. Una foto color de 15cm x 10cm de su pija.

Los papás de Natalí eran muy católicos. Cuando ella se mudó de barrio, los únicos amigos que tenía eran de catequesis. Sólo se veían en la iglesia, porque para otros lados no tenían permiso de salir. Era un embole. La profesora de catequesis siempre estaba resfriada y tenía feo aliento. A Natalí le molestaba mucho que se pongan en ronda para orar y a veces que se tomen de las manos. Pero un día, estaba jugando a patear una Cepita vacía del piso, y se le acercó una chica muy linda que le invitó a ir con ella a la vuelta, donde había unos arbustos enormes. Se sentaron en el piso y se fumaron un cigarrillo entre las dos. Se contaron dos chistes, uno de gallegos y otro de jaimito. Después ella le preguntó:

-tenés novio?

-no.

-me das un beso?

-bueno.

Se besaron y se pasaron un chicle. Natalí volvió a su casa. No habló en la cena, no habló con nadie, pero abrió su cuadernito que cerraba con llave y escribió “Querido Diario, me parece que soy lesbiana”.

en los ultimos momentos de su relación, walter se cogía a sonia con las luces apagadas, mientras sonia escuchaba música en su mp3. sonia a veces se sacaba el auricular y le preguntaba “ya acabaste? vamos a buscar a mateo al colegio?”

A Martín lo bocharon en inglés, computación, literatura, matemática y biología. Su mamá arregló con la hija de una amiga que tiene 20 años y le va a dar clases particulares. Empieza mañana, después del colegio. Ya sacó las fotocopias del manual de excel, tiene los ejercicios del práctico de inglés al día, empezó a leer “the catcher in the rye”, mandó a anillar sus fotocopias de matemática, consiguió los apuntes de biología y guardó todo en su mochila. También por si las dudas compró forros.

Antonio se hace la paja con el Joystick pensando en Marta. Marta se hace la paja con un marcador grueso pensando en Antonio. Cuando se ven en el taller, no se miran a los ojos. Sólo se acercan cuando están en grupo y apenas si hablan.

-por qué no me la chupás un ratito mientras abro el forro?

-no, voy a hacerlo sólo si me dan ganas y sin que me lo pidas.